miércoles, 24 de marzo de 2010

PEDAGOGÍA CRÍTICA Y EDUCACIÓN ARTÍSTICA

La Teoría Crítica de los años 70, de donde surgen estudios con una clara pretensión de cuestionar la desigualdad social en la educación por dominación de una élite privilegiada y por la imposición del conocimiento de profesor a alumno.
Entre los autores más destacados: Bowles, Gintis y Apple. Éste último advertía de la influencia ideológica que se transmitía a través del currículo, manipulando el conocimiento y diferenciando a los individuos socialmente.
A pesar de no tener una influencia continua en la educación artística, la Teoría Crítica si lo hizo de manera puntual, según Efland, produciéndose una preocupación por un cambio social en el arte denominado Recontruccionismo social desde la educación artística. Éste se basaba en la capacidad del arte para combatir la exclusión social dentro del proceso educativo y formativo del alumno, favoreciéndose así la el desarrollo de la diversidad social y cultural y la integración del individuo y las comunidades.
Se abandona, por tanto, la esencia de los estudios artísticos tradicionales de la educación artística en su concepción moderna, “el Arte por el Arte” y su aprendizaje como tal, así como el concepto de autonomía del arte defendida por el modernismo.
Este reconstruccionismo social no era más que una actitud por dar soluciones y combatir las injusticias que pudieran provocar marginación a través del currículo.

Partiendo de las intenciones de esta reconstrucción social surgen las bases de una Pedagogía Crítica Artística



Una actitud activa y creadora, además de analítica y descriptiva de los diferentes mundos culturales y sociales = “analizar y formar parte”.
Se abandona la globalización posmodernista y surge el pedagogo crítico como deconstructor político y cultural de lo establecido como norma cultural. Esto llevado a través del arte se convierte en pedagogía crítica artística o contranarrativa.


La educación artística desde la pedagogía crítica artística, encuentra dos obstáculos importantes para la consecución de sus objetivos:

1. la perspectiva modernista: educación orientada a la interpretación del arte autónomo y al aprendizaje del “Arte por el Arte”; y cuyo objetivo principal es la destreza y habilidad artística.
2. y la perspectiva posmoderna “jamensioniana”: conservadora como la perspectiva modernista, aunque algo más evolucionada. Entiende el arte desde una visión mercantilista y profesional; por lo que, y desde este punto de vista, la educación artística se enfoca para la formación profesional de los individuos.
Existen otras perspectivas dentro del posmodernismo que aluden a la participación del arte en la construcción de la realidad plural y a la orientación que debe tomar la educación artística hacia la comprensión de la misma; pero son menos indicativas.

No obstante, la pedagogía crítica artística además de comprometerse a analizar y comprender las distintas realidades, también las construye.
Nos insta a tener una actitud crítica
A buscar estrategias para configurar la subjetividad en los alumnos/búsqueda de la subjetividad
Nos alerta del poder de los símbolos artísticos en la sociedad, mediada por los medios de comunicación de masas
A conocer la identidad de otras culturas
A reconocer el compromiso socio-cultural de las estructuras del poder

En definitiva, requiere transformar la realidad, no “filosofar la realidad” (Debord).

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